A partir de este miércoles 13 de agosto, entra en vigencia la normativa que obliga a todas las llamadas comerciales y masivas —sean deseadas o no— a identificarse con los prefijos 600 o 809, medida impulsada en el marco de la Agenda de Seguridad Digital del Gobierno.
El objetivo es que las personas puedan reconocer de inmediato el tipo de llamada que reciben y así prevenir estafas telefónicas, un delito que ha ido en aumento. Según datos de la Policía de Investigaciones (PDI), durante 2024 se registraron 4.533 denuncias por estafas telefónicas, lo que representa un incremento del 19% respecto al 2023.
¿Qué significa cada prefijo?
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600: Llamadas solicitadas o que podrían ser esperadas, como aquellas de una empresa o institución con la que existe vínculo.
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809: Llamadas no deseadas, consideradas de carácter comercial masivo o de contacto no solicitado.
El subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, destacó que esta medida “permite que las personas sepan si están recibiendo una llamada legítima y, por el contrario, si proviene de un número desconocido sin estos prefijos, pueda tratarse de una estafa”.
Por su parte, la subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao, recalcó que estos nuevos prefijos representan “una alerta clara para la ciudadanía, especialmente para proteger a adultos mayores, quienes suelen ser más vulnerables a este tipo de delitos”.
Sanciones para las empresas
El cumplimiento de esta normativa será fiscalizado por la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel). Las empresas que no utilicen los prefijos establecidos se arriesgan a sanciones que van desde una amonestación hasta multas que podrían alcanzar las 5.000 UTM.
Finalmente, Subtel llamó a la ciudadanía a denunciar cualquier incumplimiento a través de sus canales oficiales, para garantizar que esta nueva medida se cumpla y así reducir el número de llamadas fraudulentas en el país.